
El concepto de “neocomunismo” es el nuevo elemento propagandístico que busca relacionar al candidato presidencial Gustavo Petro con la filosofía comunista que gobernó en los países del socialismo realmente existente, cuyas políticas tuvieron como eje central la estatización de los medios de producción. También lo busca relacionar con proyectos de izquierda de los últimos años. Lo curioso es que estos proyectos nunca han planteado acabar con la propiedad privada y estatizar la economía (nada que ver con el comunismo).
Contrario al socialismo real, el planteamiento de Petro es reformista (social demócrata); no busca una revolución para abolir la propiedad privada sobre los medios de producción, lejos de eso, se plantea reformar el modo de producción capitalista para impulsar el proceso de crecimiento y acumulación de capital.
Capital y Trabajo dentro del discurso de Petro
En el sistema capitalista se identifican dos grandes grupos dentro de la sociedad. Uno es dueño de los medios de producción (tierra, plantas, edificios, maquinaria, equipos etc.). El otro, despojado de la propiedad de todo capital físico, es dueño de su fuerza de trabajo como medio de producción, que puede transar libremente en el mercado de trabajo. En este orden de ideas, quienes ostentan la tierra y el capital emplean a quienes solo tienen capacidad de trabajar y vender su fuerza de trabajo (Marx, 1867).
Sin embargo, dentro del grupo de los capitalistas, se pueden distinguir dos subgrupos conformados por quienes tienen gran acumulación de capital y separan la propiedad de la administración de dicho capital[1], y quienes tienen un capital relativamente pequeño y tanto la propiedad de dicho capital y su administración no se encuentran separadas. En otras palabras, estos últimos capitalistas se ven forzados a acudir a sus empresas a administrarlas, y en algunas ocasiones, a trabajar junto con sus empleados para que sus empresas prosperen. En suma, mientras que los primeros no intervienen en el proceso productivo y pagan por la administración de su capital mientras se apropian de la renta producto del trabajo, los últimos, sí intervienen en la creación de riqueza y se ven forzados a acudir a sus empresas para mantener la rentabilidad.
De acuerdo al planteamiento económico expuesto por Petro, lejos de buscar eliminar a la clase capitalista tanto de grandes como de pequeños propietarios, lo que busca es apoyar con políticas públicas al pequeño capitalista o empresario para desarrollar un tejido industrial basado en la propiedad privada y en la democratización del conocimiento.
Estos pequeños capitalistas no son menos capitalistas que los grandes. Por tanto, Petro no pretende acabar con las relaciones de producción del capitalismo. Como lo expresó el mismo Petro en entrevista con Rafael Correa al decir: “el capitalismo genera la capacidad de producción”.
No hay motivo real para afirmar que la propuesta de Gustavo Petro busca una estatización importante de la economía colombiana, como se hizo en los países socialistas de filosofía comunista del siglo XX.
[1] Federico Engels en El Sistema de Trabajo Asalariado lo expone así: “El desarrollo económico de nuestra sociedad actual conduce cada vez más a la concentración, a la socialización de la producción en empresas enormes que ya no pueden dirigir los capitalistas aislados… lo que el dueño no puede hacer, lo puede hacer, y lo hacen con éxito, los obreros, los empleados a sueldo de la compañía”. (Engels, ,P.54)”
References
Marx, Carlos (1867). El capital: crítica de la economía política (vol. I). Ciudad de México, México: Fondo de Cultura Económica, 769 p.
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2 respuestas a «¿El “neocomunismo” de Petro?»
Ahora se dice que Petro fue el maestro de Chávez y que por tanto se instalará la versión más profunda del «neocomunismo». Sin embargo los argumentos son tan débiles como nuestras instituciones hoy, lo cuál asegura una campaña propagandística sin límites éticos de la derecha y la complicidad del » centro» lejano del sentir de la periferia.
Que agrado ver un comentario tuyo, perdona por no responder antes. Evidentemente hay un «centro» que le hace el juego a la derecha en lo político, también me temo que hay algunos intelectuales de «izquierda» que amparados en la imagen de la social democracia compran el discurso se ese «centro» cómplice. Saludos.